El documento discute la brecha científica entre países ricos y pobres, y cómo esto podría perpetuarse a menos que los países en desarrollo establezcan sistemas sólidos de investigación e innovación. También explora cómo los factores económicos e institucionales contribuyen a la brecha científica, y la necesidad de que los gobiernos inviertan en ciencia para apoyar el desarrollo de sociedades basadas en el conocimiento.